Hace algunos años, la bloguera y fotógrafa de alimentos de Arizona, Rebecca Abbott, compró su primera freidora de aire con el propósito de crear recetas para el blog de un cliente. Comenzó con las especialidades habituales de las freidoras de aire: bocadillos de pizza congelada y papas fritas, pero al poco tiempo se dio cuenta de que el modelo que había comprado podía hacer casi todo lo que ella quisiera. Cuatro meses más tarde, se quedó estupefacta cuando sacó del artefacto su pastel de queso, horneado a la perfección, en solo 20 minutos, sin grietas ni huecos.

Un pastel de queso denso y cremoso se puede hacer fácilmente con una freidora de aire en una hora, sin grietas ni huecos.

 

 

 

Chuletas de cordero, lomo de res y de cerdo, cortes de carne término medio, filete miñón, patitas de cangrejo, colas de langosta, pastel de nuez y calabaza; todo esto lo ha cocinado en un artefacto que ella llama la “caja mágica”.

Además, Rebeca es dueña del grupo de Facebook Easy Air Fryer Recipe, donde los usuarios comparten decenas de recetas y consejos para este aparato. El grupo cuenta con casi un millón de miembros y todos los días llegan alrededor de 10.000 nuevas solicitudes para unirse.

Las personas que cocinan y que se quedaron atrapadas en casa durante los dos años de la pandemia han recurrido a la freidora de aire, en parte porque esta puede darles una textura crujiente a los alimentos, como si los frieran en mucho aceite, pero sin usarlo o con muy poco. También han descubierto que esta freidora puede hacer más que solo dejar crujientes los alimentos. En una freidora de aire se puede preparar el desayuno, el almuerzo y la cena. Para algunas personas, este aparato casi ha remplazado a los hornos convencionales y a los hornos de microondas para calentar bocadillos congelados, recalentar la comida que sobró de días anteriores o elaborar platillos y postres. Los influentes de las redes sociales, sobre todo los de TikTok, han alcanzado éxito profesional al compartir recetas nuevas y usos insospechados que se les puede dar a estos aparatos.

Los apasionados de estas freidoras le han sacado provecho a la costumbre de cocinar lo que sea que se les ocurra con la esperanza de que les salga bien. La gente ha metido toda clase de cosas a una freidora de aire, por ejemplo, pasta, para hacer unas “chips de pasta”, o huevos enteros sin cáscara para que queden cocidos o con una textura suave.

Farrah Jalanbo, una influencer de California, ideó una receta inspirada en el choclo para hacer “costillas de maíz”, la cual se convirtió en una de las predilectas para la freidora de aire. Su versión ha tenido más de 14 millones de visitas en TikTok, donde hay decenas de adaptaciones de las costillas de maíz, desde dulces hasta picantes, pasando por sazonadas con salsa bbq.

“Cualquier receta para freidora de aire funciona muy bien porque a la gente le encanta conocer nuevas maneras de usar ese aparato adicional que compraron para su cocina”, comentó Jalanbo.

Fred van der Weij, un inventor de los Países Bajos, estaba buscando alguna manera de hacer papas a la francesa crujientes sin tener que sumergirlas en aceite cuando, en 2005, se le ocurrió diseñar la freidora de aire.

Antes de que la inventara, comentó, los métodos alternativos para hacer papas fritas en casa tomaban demasiado tiempo y los resultados eran decepcionantes. Un horno de convección, por ejemplo, las secaba.

Van der Weij tardó tres años en desarrollar un prototipo y, en 2010 presentó su freidora con forma de huevo, en la Exposición Internacional de Electrónica (Internationale Funkausstellung), una gran feria de productos electrónicos en Berlín. Combinaba la radiación de corto alcance con un flujo de aire incrementado para que se calentara mejor la superficie de los alimentos.

El primer auge en ventas de la freidora de aire ocurrió en 2017 y la pandemia le dio otro impulso. El año pasado, las ventas en Estados Unidos aumentaron a poco más de 1000 millones de dólares, un 20 por ciento más que el año anterior, señaló Joe Derochowski, vicepresidente y asesor de la industria electrodoméstica en NPD Group, una empresa de investigación de mercado. En 2020, cerca del 36 por ciento de los hogares estadounidenses tenían una freidora de aire, pero Derochowski afirmó que ahora esa cifra sería mayor.

Para entender la obsesión que mucha gente tiene con la freidora de aire, hay que remontarse a mediados del siglo XX, cuando los fabricantes de alimentos se dieron cuenta de que las texturas más deseadas por los consumidores eran las crujientes y crocantes, dijo Nadia Berenstein, historiadora del sabor. Esas texturas, que requerían de mucho calor y aceite para conseguirlas, habían sido difíciles de producir en una cocina casera para una comida entre semana.

La fritura estaba al alcance de los procesadores industriales de alimentos, dijo Berenstein. Pero ahora la freidora de aire está “en la barra de tu cocina, trayendo a casa esta sensación que antes debía producir otra persona”.

Los estadounidenses compran más artefactos para la cocina que el resto de la población mundial. También es común que las cocinas de los consumidores estadounidenses tengan más espacio de almacenamiento.

La freidora de aire va por el mismo camino que la licuadora de 12 velocidades. Conforme las freidoras de aire se convierten en un aparato de primera necesidad, los fabricantes les añaden funciones para freír, hornear, deshidratar, cocinar a presión o asar. También, cuando los consumidores compran una freidora de aire, casi siempre eligen una con muchas funciones.

Abbott y West han utilizado la freidora de aire para hacer carne, como filete miñón, otros cortes de res, chuletas de cordero y mariscos como patitas de cangrejo y camarones.

La popularidad de la freidora de aire también le recuerda el auge del microondas en la década de 1970. Algunas empresas pensaron que quienes cocinan en casa usarían el microondas solo para calentar alimentos congelados, pero al final le encontraron otros usos.

Megha Ramesh, estudiante de ciencias de la alimentación en la Universidad de California, en Davis, utiliza su freidora de aire para hacer comida vegetariana. Calienta empanadas y tofu en su apartamento fuera del campus, y en su casa en India calienta y deshidrata mangos y cocina maníes enteros sin cáscara.

“Adquirir una freidora de aire no era para hacer cosas fritas, sino que tenía que ver con cómo aprovechar mejor la comida del día anterior”, dice Ramesh, que compró su primera freidora de aire de segunda mano, cuando vivía con sus compañeros de apartamento en la escuela. El aparato también redujo su factura de la luz a la mitad porque no tenía que usar su horno.

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